El snowboarder más veloz de Gran Bretaña, Jamie Barrow, ha batido su propio récord mundial Guinness, registrando una nueva velocidad más rápida en una tabla de snowboard mientras es remolcado por un vehículo en el lago helado de St Moritz.

Barrow previamente batió el mismo récord en febrero de 2016, cuando se lo registró a una velocidad de 99.87 km / h mientras era remolcado detrás de un automóvil al otro lado del mismo lago helado en St Moritz. A pesar de romper el récord en 2016, Barrow siempre confió en que era posible una velocidad aún mayor, debido a que la pista en 2016 fue un poco más corta de lo planeado originalmente y la nieve suave no permite el agarre necesario.

Esta vez regresó al lago con un potente SUV Maserati Levante, un coche mucho más rápido que el usado en su último intento de récord, equipado con neumáticos Pirelli Scorpion Winter. Los neumáticos con clavos especiales tienen 474 espárragos por neumático y tienen 4 mm de largo para permitir el mejor agarre posible en el lago congelado.

Debido a que el intento de registro tuvo lugar en un lago congelado, la seguridad y la preparación fueron un factor importante a la hora de planificar el proyecto.

Se deben cumplir estrictos criterios para que el registro cumpla con las pautas del Guinness World Record. Estos incluyen completar una carrera cronometrada en ambas direcciones con equipos de grabación especializados, establecidos en 100 metros por un oficial de Guinness World Records. Con 400m necesarios en cada lado para que el Maserati Levante pudiera acelerar y reducir la velocidad de forma segura sobre la nieve.

En la mañana del lunes 19 de febrero, la primera salida fue registrada a 151.57 km/h. Debido a las estipulaciones del Récord Mundial Guinness, se registró un retorno de vuelta a 147.72 km / h. Las dos carreras se promediaron para dar la velocidad final del Récord Mundial Guinness de 149,65 km/h.

Acerca de su nuevo récord mundial Guinness, Jamie dijo: “Estoy absolutamente encantado de haber roto mi propio récord. Siempre supe que había mucha más velocidad con las condiciones adecuadas y el auto adecuado para remolcarme.

La adrenalina es siempre increíble cuando alcanzas esas velocidades. Estoy contento de haber podido controlar mis nervios, mantener la tabla de snowboard en línea y finalmente romper el récord mundial “.

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